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22-08-2008 Por Carlos Ferrer
El tango florece en Praga. Todavía no es un fenómeno tan extendido como la salsa, por ejemplo, pero el número de checos que lo practican es cada vez mayor. Un ejemplo de esta creciente pasión por el tango argentino son las clases de Julio Horacio Martínez.
Julio empezó a venir a
“La primera vez que vine a Praga a dar un curso de una semana fue una cosa muy curiosa para mí. Tenía 49 alumnos, y lo más curioso de todo es que de esos 49, trece hablaban español, y todos entendían inglés. Yo me aluciné”, comentó Julio.
“Y tenés que verlos. Aquí hay una fusión de una española y un checo. Y lo ves vos con tus propios ojos. Lo sienten. Aparte, fíjate, la clase empezó y ya estaban practicando. O sea, tienen algo así como una cosa que no paran. Y que quieren hacerlo. Juana y Julio, de España, estudiaron ocho años conmigo. Y vinieron de vacaciones a Praga a visitarme y no me faltaron ni a una clase. Me tenía que ir a un curso a Eslovaquia, y ellos dijeron que se venían conmigo, que conmigo siempre se aprende”.
Y es que el tango argentino apasiona. El que empieza ya no puede abandonarlo. Sin embargo no es un baile que se distinga precisamente por ser sencillo y fácil de aprender. ¿Por qué les gusta tanto el tango a los checos?
“Bailo tres meses tango, estoy enamorada del tango. Quiero conocer
“Antes bailaba también otro baile, pero desde que conocí el tango ya no puedo bailar otra cosa”, afirma Lenka, otra de las que acude a las clases cada semana.“Si uno se enamora del tango ya no lo puede dejar nunca”.
“Una aprende aquí en
“En tango se nutrió de la fusión de todas las culturas europeas con la cultural rural argentina y no fue una cosa de un solo año, ni de un mes, pero en todo un tiempo nació algo en común a todos: era el tango. Y yo pienso que, aparte de por lo bonita que es esta danza y lo especial que es la música, todos los extranjeros, aunque lo ven como algo distinto, algo exótico, ven algo en particular en la danza que hace que se sientan identificados. Y conociendo danzas griegas, eslovacas, checas, españolas… siempre dicen: ese paso se parece a un paso de tango”, nos aclara Julio.
El último fin de semana de septiembre se celebrará en Praga un encuentro de tangueros, que con el apoyo del consulado argentino, reunirá a los aficionados del país y traerá a la capital checa a uno de los más grandes músicos de tango contemporáneos, Rodolfo Mederos.
El tango argentino florece en Praga y grandes entusiastas, como Julio, se encargan cada día de regarlo.
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