Empanadas, folklore y tradicion en Famailla

La vigésimo novena edición de la Fiesta Nacional de la Empanada se desarrolló, como todos los años, en la ciudad Tucumana de Famaillá.

Más de 30 competidoras se midieron en el concurso que tiene por objetivo premiar a la empanada que mejor refleje el auténtico sabor tucumano.

En el predio Luis Sandrini se congregan los ranchos de las empanaderas que durante tres días reciben a miles de personas ávidas por probar este producto que tanto identifica a la provincia y de presenciar los espectáculos artísticos que se ofrecen en este marco.

Sus protagonistas cuentan en qué consiste este evento que ya va a cumplir 30 años.

“En tres días se venden unas 200 mil empanadas” informa la Organizadora de la Fiesta y Directora de Turismo de Famaillá, Delia de Fiad. “A través del concurso se ha generado que muchas familias vivan de esta actividad y a la ganadora de cada edición la ayudamos a crecer” explica Delia.

El gran secreto de las exquisitas empanadas tucumanas es la carne de matambre cortada a cuchillo, los hornos de barro donde se cocinan y, por supuesto, las expertas manos de sus creadoras.
Los repulgues tienen que ser trece para no ser descalificadas por el jurado.
El horneado, la conformación, el jugo de cocción, los ingredientes y el sabor conforman los otros aspectos que son evaluados para otorgarles el puntaje definitivo.

Estela Pachado, la subcampeona del año pasado, que ha cobrado gran popularidad a raíz de su participación en el concurso, ostenta el récord de haber realizado 420 empanadas en un día.
Estela se volverá a presentar el año que viene para competir por el título de “Campeona de Campeonas”, concurso que se lleva a cabo cada 10 años.

El Intendente de la ciudad, Enrique Orellana, destaca la importancia que tiene la realización de la Fiesta para la localidad tucumana: “Mantener y sostener nuestra historia, nuestras costumbres, nuestras raíces, nuestras tradiciones, en eso radica la importancia de esta fiesta en la que trabajan todas las instituciones de bien común” manifiesta el funcionario.

En un rato el rancho de Estela se va llenando de gente. Docenas y docenas de empanadas son servidas en las mesas y desaparecen al instante.

Una vez concluida la Fiesta, el pueblo se preparará para otro desafío: hacer la empanada más grande del mundo y entrar con el récord en el Libro Guiness. El proyecto tiene una finalidad benéfica, con la venta de la empanada se recaudarán fondos para el hospital de la ciudad.

La ciudad entera se vuelca a la organización de la Fiesta. Durante tres días, los ojos están puestos en Famaillá, localidad ubicada a sólo 30 kilómetros de San Miguel de Tucumán, que aún conserva el espíritu pueblerino de unión y cooperativismo que ha logrado convertir a la ciudad en referente de la gastronomía local.

Fuente: Hostnews